¿Alguna vez te ha ocurrido que tu vida no es lo que deseas? Si te pones a pensar, mucha gente no vive sus vidas sino una vida que los demás le ordenan, le transmiten o le sugieren. Perder la esencia de quienes somos nos va orillando a no disfrutar de la vida y la raíz de esta situación es el miedo.
Vemos a la persona que nos gusta y nos empezamos a llenar la cabeza con miedos y auto-excusas para no hablare, queremos tener un bebé y pensamos en todos los problemas que nos ocasionará, queremos un mejor empleo pero nos da miedo renunciar… siempre el miedo nos detiene antes de hacer, el miedo es como una cadena que nos atrapa y nos reprime. Evita que seamos felices.
El miedo tiene varias cadenas, una es la pena. Nos da pena hacer algo por que «la gente hablará de mi» y pensamos tanto en el qué dirán que nos olvidamos de hacer lo que queremos. otra cadena es la experiencia, hacemos algo mal y pensamos que nunca lo podremos hacer bien cuando en realidad deberíamos de estar aprendiendo de la experiencia y no amedrentarnos con ella. Otra cadena es la flojera, nos da miedo hacer y ponemos excusas para no hacer nada. La última cadena sería el miedo en si de que nos pase algo. Hay actividades que conllevan un riesgo pero si pensamos en todo lo que no es nunca haremos lo que si es.
La vida hay que vivirla y para hacerlo es necesario romper con esas cadenas personales que nos detienen y frustran. Hay que vivir y disfrutar ya que la vida se pasa muy rápido y tener miedo es perder vitalidad.
Edgar J. Taylor 